I PROBE EN ESPAÑA

Sonda para rescate de víctimas de avalancha. El modelo i Probe de PIEPS es la primera sonda digital del mundo. Una sonda inteligente que permite una localización ultra-rápida de las víctimas enterradas. Resulta una herramienta tremendamente útil en caso de que haya varias víctimas enterradas por lo que resulta un accesorio imprescindible para uso profesional: Cuerpos de rescate, instructores, guías, pisters… y por supuesto, usuarios avanzados. ¿Como funciona? Es sencillo. La i Probe es un ARVA de corto alcance. Cuando se enciende y empezamos a sondear funciona como una sonda normal, pero cuando la punta está a 2 metros o menos de la víctima empieza a emitir unos pitidos intermitentes que aumentan de intensidad conforma nos acercamos y que pasa a ser un pitido continuo cuando la punta está a 50 cm o menos de la víctima. De esta forma se elimina el factor subjetivo a la hora de sondear y sabemos con total certeza que ahí abajo hay alguien y que no es una mochila, una piedra o un trozo de hielo La i Probe incluye además una función de marcación que elimina la señal de la víctima localizada para poder seguir sin problemas con el rescate de otras víctimas. Esta función de marcación no es compatible con todos los ARVAS y no significa que se apaga el ARVA de la víctima, sino que se elimina la señal en el ARVA del rescatador - este es el dispositivo que conviene compatibilizar. Los únicos ARVAS compatibles con la sonda i Probe son el PIEPS Freeride y el PIEPS DSP con actualización 5.0 o superior. Se trata de un componente imprescindible dentro del equipo de seguridad de cada esquiador. En caso de avalancha, primero se localiza a la víctima con el ARVA y luego se hace una búsqueda más precisa con la sonda para determinar la posición exacta de la víctima antes de ponerse a cavar. Con la i Probe este proceso es extremadamente sencillo y rápido, ya que se eliminan los componentes subjetivos del sondeo manual. Gracias a que está fabricada en fibra de carbono, su peso es bastante reducido. Tiene una sección lo bastante ancha como para que su manejo sea cómodo con guantes. Las secciones de la sonda están interconectadas por un cable de transmisión que le proporciona una rigidez y resistencia a la vez que permite captar la información bajo la superficie de la nieve. Su montaje es extremadamente rápido, ya que basta con extender la sonda y estirar del pomo para que las secciones se encajen unas con otras. El truco consiste en estirar hasta que el mecanismo de tope hace clic y la sonda queda perfectamente montada. Para desmontar la sonda basta con desbloquear el tope de la sonda en la parte superior y desmontar los tramos. La sonda viene equipada en la parte superior con unas inserciones rugosas para evitar que se nos resbale. La sonda tiene unas marcas de proximidad cada 5 centímetros que determinarán la profundidad a la que estamos sondeando y a la que está la víctima. Funda de transporte incluida. Longitud: 220 centímetros. Peso: 350 gramos.