¿Qué significa combustión externa? La combustión externa es un proceso químico en el cual una sustancia reacciona con el oxígeno del aire, liberando energía en forma de calor y luz. Este tipo de combustión se lleva a cabo fuera del sistema en el cual se encuentra la sustancia que se está quemando.
En la combustión externa, el sistema que contiene a la sustancia que se quema se encuentra separado del medio ambiente exterior. Esto significa que la reacción de combustión se produce en un espacio diferente al que rodea a la sustancia en llamas.
Un ejemplo común de combustión externa es el motor de combustión interna de un automóvil. En este caso, el combustible se quema dentro de los cilindros del motor, generando energía que se utiliza para mover los pistones y hacer funcionar el vehículo. La combustión ocurre en una cámara de combustión cerrada, separada del exterior.
La principal ventaja de utilizar la combustión externa en motores de combustión interna es que se pueden controlar mejor las condiciones de la reacción, lo que permite una mayor eficiencia y menor emisión de contaminantes. También permite una mayor variedad de combustibles utilizados, desde gasolina hasta diésel o incluso gas natural.
En resumen, la combustión externa es un proceso químico en el cual una sustancia se quema fuera del sistema que la contiene. Es utilizada en motores de combustión interna, como los de los automóviles, para generar energía y movimiento de manera eficiente.
¿Qué es combustión externa ejemplos?
La combustión externa es un proceso de reacción química en el cual una sustancia combustible se combina con un combustible para producir energía en forma de calor y luz. A diferencia de la combustión interna, donde la reacción ocurre dentro de un sistema cerrado, en la combustión externa la reacción tiene lugar en un ambiente externo al sistema.
Existen diversos ejemplos de combustión externa. Uno de ellos es el funcionamiento de las turbinas de gas utilizadas en la industria de la generación de energía. En este proceso, el combustible, como el gas natural o el petróleo, se quema en una cámara de combustión externa. El calor producido durante la combustión se utiliza para calentar el aire, que luego se expande en una turbina para generar energía mecánica.
Otro ejemplo de combustión externa es el quemador de una estufa de gas. En este caso, el gas utilizado como combustible se quema en una cámara de combustión externa, produciendo calor que se transfiere a través de un intercambiador de calor al ambiente circundante.
La combustión externa también se utiliza en la propulsión de cohetes. En esta aplicación, el combustible y el oxidante se combinan y se queman externamente, generando un gran impulso que impulsa al cohete hacia arriba. El calor y los gases de escape producidos durante la combustión son expulsados a través de una boquilla para generar fuerza propulsora.
En resumen, la combustión externa es un proceso químico en el cual una sustancia combustible se combina con un oxidante externo para producir energía. Algunos ejemplos de este proceso incluyen las turbinas de gas, los quemadores de estufa y la propulsión de cohetes.
¿Qué significa combustión interna?
La combustión interna es un proceso químico que ocurre en los motores de combustión interna, como los motores de automóviles o aviones, donde el combustible se quema dentro de una cámara de combustión.
Este proceso es fundamental para que el motor pueda funcionar y generar energía. Durante la combustión interna, el combustible se mezcla con el aire en proporciones adecuadas y se enciende mediante una chispa o una compresión. A medida que se quema, el combustible libera energía en forma de calor, que es utilizada para mover los pistones y generar la potencia necesaria en el motor.
La combustión interna se lleva a cabo en cuatro tiempos: admisión, compresión, explosión y escape. En el tiempo de admisión, una mezcla de combustible y aire es succionada hacia el motor. Luego, en el tiempo de compresión, esta mezcla es comprimida, lo que aumenta su temperatura y presión.
En el tiempo de explosión, la chispa generada por la bujía enciende la mezcla comprimida, lo que provoca una rápida expansión de los gases y una liberación de energía. Finalmente, en el tiempo de escape, los gases quemados son expulsados a través del sistema de escape del motor.
La combustión interna es esencial para el funcionamiento de los vehículos y otros tipos de motores. Este proceso se repite continuamente mientras el motor está en marcha, lo que permite la generación de energía necesaria para mover los vehículos y realizar diferentes tareas.
¿Cómo es la combustión interna y externa?
La combustión interna y externa son dos procesos fundamentales en el ámbito de la física y la química. Ambas se refieren a la reacción química entre un combustible y un oxidante que produce energía en forma de calor y luz. Sin embargo, existen diferencias significativas entre estas dos formas de combustión.
La combustión interna ocurre dentro de un sistema cerrado, como en el interior de un motor de combustión interna. En este caso, el combustible, generalmente gasolina o diesel, se mezcla con el aire en un cilindro y se enciende mediante una chispa o la compresión del aire. El combustible se quema rápidamente, creando gases de alta temperatura y presión que impulsan el pistón hacia abajo, generando movimiento y energía mecánica.
Por otro lado, la combustión externa se produce en un sistema abierto, como por ejemplo en una hoguera. En este caso, el combustible, que puede ser leña o carbón, se quema en contacto directo con el oxígeno del aire. El proceso de combustión emite calor y luz, generando una llama que puede ser utilizada para cocinar alimentos o calentar el ambiente.
En ambos tipos de combustión, la reacción química es exotérmica, lo que significa que libera energía en forma de calor. Esta energía se utiliza en distintos ámbitos, desde el funcionamiento de una máquina hasta la cocción de alimentos. Además, la combustión también produce subproductos, como gases, humo y cenizas, los cuales deben ser controlados y tratados adecuadamente para evitar la contaminación del medio ambiente.
En resumen, tanto la combustión interna como la externa son procesos químicos de gran importancia en nuestra sociedad. A través de estos procesos se obtiene energía en forma de calor y luz, la cual es utilizada en diferentes actividades. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la combustión debe ser realizada de manera controlada y responsable para minimizar sus impactos negativos en el entorno.
¿Dónde se aplican los motores de combustión externa?
Los motores de combustión externa son utilizados en una variedad de aplicaciones en la industria y en la vida cotidiana. Estos motores se caracterizan por tener la combustión del combustible fuera del cilindro, lo que les otorga ciertas ventajas en términos de eficiencia y rendimiento.
Una de las aplicaciones más comunes de los motores de combustión externa es en la generación de energía eléctrica. En este sector, se utilizan generadores de vapor alimentados con combustibles fósiles o biomasa para generar vapor y mover una turbina, que a su vez genera electricidad. Esta forma de generación de energía es muy utilizada en plantas eléctricas y centrales termoeléctricas.
Otra aplicación de los motores de combustión externa es en la propulsión marítima. En el sector naval, se utilizan motores diesel externos o motores de ciclo Stirling para propulsar barcos y embarcaciones. Estos motores son muy eficientes en la transformación del calor en energía mecánica, lo que los hace ideales para este tipo de aplicaciones.
Además, los motores de combustión externa también se aplican en la industria automotriz. En este sector, se utilizan motores de combustión externa en algunos vehículos especiales, como tractores o maquinaria pesada. Estos motores ofrecen una mayor eficiencia y durabilidad en comparación con los motores de combustión interna, lo que los convierte en una opción atractiva para este tipo de vehículos.
Por último, los motores de combustión externa también encuentran aplicaciones en el ámbito doméstico. En este sentido, se utilizan motores de combustión externa en sistemas de calefacción central, donde el combustible se quema fuera del hogar y se utiliza para calentar el agua o el aire que se distribuye en el interior. Estos sistemas ofrecen una mayor eficiencia en comparación con los sistemas de calefacción tradicionales.
En resumen, los motores de combustión externa tienen diversas aplicaciones en diferentes sectores, como la generación de energía eléctrica, la propulsión marítima, la industria automotriz y el ámbito doméstico. Estos motores ofrecen ventajas en términos de eficiencia y rendimiento, lo que los hace ideales para estas aplicaciones específicas.