Portar

Vendo caña de pesca con dos carretes y con su mochila. En la mochila se pueden portar más de dos cañas y carrete, tiene dos bolsillos para las cañas y uno pequeño para accesorios, la caña tiene algún rasponazo leve y la Barilla de arriba se sale, es de fácil arreglo, los carretes están un poco gastados pero en perfectas condiciones de uso, uno de los carretes trae bobina con más capacidad para el sedal( especializada para el mar y la que lleva puesta para rio). Se pueden ver y probar. Los rasponazos se pueden ver en las fotos.

Antiguo Ángel lamparario lampadario lamparero pared bronce patina natural siglo XIX Antiguo Ángel lamparario lampadario lamparero pared bronce patina natural siglo XIX Bellísimo y antiguo Ángel lamparero o lampadario realizado en bronce, con abundante patina natural, para colgar en pared y con posibilidad de sostener una lámpara votiva o aceitera, como en origen. Sus dimensiones son 35 x 21 x 23 cm y alrededor de 6 kg de peso. Siglo XIX. Ver fotos, son parte de la descripción. Se aportan imágenes de otros ángeles lampareros a modo de ejemplo para mostrar la funcionalidad de la pieza. Los ángeles lampareros tienen su origen iconográfico en la compleja división que estableció en el siglo VI un teólogo conocido con el seudónimo de Dioniso Aeropagita, que aludiendo a un pasaje de los Hechos de los Apóstoles definió  los nueve coros de ángeles según jerarquías de tres coros por  su cercanía a Dios. Según esta clasificación, el primer grupo estaría formado por los tronos, serafines y querubines, aquellos más cercanos a Dios, son esos ángeles pequeños que en las andas de los pasos pueden juguetear a portar la cruz de los nazarenos o moverse entre las tallas de las canastillas. Un segundo grupo lo conformarían las potestades, dominaciones y virtudes; en el tercer estado, como nexo de unión con los hombres, se situarían los ángeles, arcángeles y principados. El Arte cristiano occidental interpretó la compleja iconografía añadiendo elementos de la mitología clásica (victorias aladas, amorcillos, puttis…) reconvirtiéndolos según sus funciones: turiferarios, ceriferarios, pasionistas, lampareros, etc. Aparecieron posteriormente en la ornamentación de los frontones manieristas propios del primer Martínez Montañés, saltando progresivamente hacia otros espacios, como las columnas que enmarcan los retablos o las andas procesionales.

Cofre-arcón chino, s.XVIII Cofre-arcón chino, s.XVIII Pieza original del siglo XVIII traída de una espléndida colección privada china. Este cofre formó parte de las pertenencias de un alto dignatario chino, debido al color del lacado exterior en tono rojo pimentón. Toda la guarnición de sus piezas son bronce (asas laterales, cerradura y bisagra). Este tipo de piezas servían para portar sus pertenencias personales, como grandes trajes y capas.  El interior se conserva intacto forrado en lino tintado de azul cobalto, componente natural que se empleaba en la época para ahuyentar a los xilófagos Fue comprado en una colección privada en Hong Kong. Una pieza asombrosa apta en cualquier estancia o espacio, dando un toque refinado y cosmopolita. Medidas: 40cm (alto) x 158cm (ancho)x 63cm (fondo)  

Antiguo Ángel Querubín lamparario lampadario lamparero pared bronce pátina natural siglo XIX Antiguo Ángel Querubín lamparario lampadario lamparero pared bronce pátina natural siglo XIX Bellísimo y antiguo Ángel lamparero o lampadario realizado en bronce, con abundante patina natural, para colgar en pared y con posibilidad de sostener una lámpara votiva o aceitera, como en origen. Sus dimensiones son 35 x 21 x 23 cm y alrededor de 6 kg de peso. Siglo XIX. Ver fotos, son parte de la descripción. Se aportan imágenes de otros ángeles lampareros a modo de ejemplo para mostrar la funcionalidad de la pieza. Los ángeles lampareros tienen su origen iconográfico en la compleja división que estableció en el siglo VI un teólogo conocido con el seudónimo de Dioniso Aeropagita, que aludiendo a un pasaje de los Hechos de los Apóstoles definió  los nueve coros de ángeles según jerarquías de tres coros por  su cercanía a Dios. Según esta clasificación, el primer grupo estaría formado por los tronos, serafines y querubines, aquellos más cercanos a Dios, son esos ángeles pequeños que en las andas de los pasos pueden juguetear a portar la cruz de los nazarenos o moverse entre las tallas de las canastillas. Un segundo grupo lo conformarían las potestades, dominaciones y virtudes; en el tercer estado, como nexo de unión con los hombres, se situarían los ángeles, arcángeles y principados. El Arte cristiano occidental interpretó la compleja iconografía añadiendo elementos de la mitología clásica (victorias aladas, amorcillos, puttis…) reconvirtiéndolos según sus funciones: turiferarios, ceriferarios, pasionistas, lampareros, etc. Aparecieron posteriormente en la ornamentación de los frontones manieristas propios del primer Martínez Montañés, saltando progresivamente hacia otros espacios, como las columnas que enmarcan los retablos o las andas procesionales.