VENTA EDIFICIO - SANTANDER, CANTABRIA [223815/EDIFICIO RESIDENCIAL] EN SANTANDER
Bankapital Inversiones comercializa este impresionante Edificio Palacete en Venta en Cantabria, en la ciudad de Santander. Es un Inmueble de estilo inglés y de corte Palaciego de 585 m2 construidos sobre una parcela de 276 m2. Ubicado en la Mejor zona de Santander, la zona Noble, donde se encuentran los edificios más singulares, propiedad de las familias más ricas y adineradas de España como es el caso de la familia Botín. Los terrenos sobre los que se encuentra construido dicho edificio formaron parte de lo que en su momento se denominó el Polígono de la Alfonsina. Cuando el Ayuntamiento de Santander construyó el Palacio de la Magdalena, la intención fue que dicho palacio fuera un regalo a SSMM los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Los trabajos de construcción terminaron en 1912, y se creyó conveniente completar el regalo con unos terrenos, para que no solamente los reyes pudieran pasar temporadas en Santander, sino que los miembros más allegados de la corte, especialmente la nobleza de Cantabria pudiera también desplazar su residencia a esta ciudad. Así nace el Polígono de la Alfonsina, que pronto se ve ocupado por toda una serie de magníficos palacios, así como el propio Hotel Real que alojaría temporalmente a quienes vinieran de otros puntos más lejanos de España, con la intención de coincidir puntualmente con los Reyes en la ciudad. El edificio fue objeto de una rehabilitación completa entre los años 1985 y 1990, que le devolvió todo su antiguo esplendor, y le garantizó su supervivencia. Dicha rehabilitación pasó por conservar la fachada, en ese momento protegida, y reconstruir íntegramente todo el interior, desde los cimientos hasta la cubierta. Absolutamente toda la estructura está renovada y realizada en hormigón. Se dotó a la casa con los elementos de más alta calidad existentes en ese momento, pero sin desvirtuar su carácter y esencia monumental. Toda la carpintería exterior se renovó por elementos de PVC, con doble cristalera y rotura de puente térmico. En cuanto a la carpintería interior, se recurrió a la madera roja o al roble. Los suelos se instalaron en mármol blanco de Macael, excepto en las zonas de dormitorios en los que se recurrió a la madera roja por aportar mayor calidez. También es de resaltar la realización de solados en taraceas de mármoles de distintos colores en las zonas más representativas de toda la casa. En cuanto a las escaleras, están íntegramente realizadas en mármol blanco de Macael, contando con distintos diseños dependiendo de su ubicación y necesidades que cubren: a dos tramos, compensadas o de diseño imperial con meseta. Tanto la totalidad de los cuartos de baño como las cocinas fueron totalmente renovados, con cerámica acorde a la estética de balneario de principios del siglo XX, o en mármol. En cuanto a los elementos de hierro, en su totalidad son piezas recuperadas del siglo XIX, reinstaladas en la casa. También el edificio cuenta con arcos de piedra, frisos o embocaduras de mármol recuperadas, y procedentes de su adquisición en distintos anticuarios, así como numerosos elementos de escayola acordes con la estética y antigüedad del mismo. Por otro lado, la casa cuenta con todo el sistema de instalación eléctrica y fontanería totalmente renovados, así como con un grupo propio de presión de agua para garantizar la calidad del suministro durante todo el año. Todo el sistema de pocería y alcantarillado fue también totalmente renovado. La fachada es un elemento sumamente cuidado. Se conservaron y restauraron todos los elementos originales como relieves, cornisas o chimeneas. Por otra parte, se replicaron los elementos perdidos, como las embocaduras de las ventanas o la forma original del balcón central. También se renovaron totalmente las dos galerías montañesas con que cuenta el edificio, aportando así un toque regionalista a la arquitectura del edificio, que se ve reforzado por la inclusión de otros elementos típicos de la arquitectura montañesa como son los protestos, que coronan las distintas terrazas y el balcón. La cubierta también fue totalmente renovada conservando su forma original, pero aportando una luminosidad excepcional a la última planta gracias a la profusión de ventanas Velux que se incorporaron. El jardín y la gran terraza sobre el garaje principal también fueron renovados y restaurados. Por último, la planta baja fue también notablemente reformada y saneada, dotando a la casa de una enorme superficie que puede ser destinada tanto a garaje como a cualquier otro uso. Desde el punto de vista urbanístico, el edificio se configuró desde su origen como dos chalets separados en división vertical, constituyendo dos fincas registrales independientes.
4,00/5
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