Teléfonos antiguos, los anti-smartphone
Dinos la verdad, llevas tanto tiempo jugando con tu móvil que a veces piensas que durante la mayor parte del día sólo estás mirando una mini-pantalla ...
Es cierto que los smartphone nos han cambiado la vida (casi siempre mejorándola y resolviéndonos grandes y pequeños problemas) pero, al mismo tiempo, han hecho que estemos siempre pendientes de nuestros móviles.
Probablemente, ya no te acuerdas cómo era cuando no existian los smartphones. Sin embargo sólo hace diez años (o poco más) los móviles no estaban tan difundidos y lo más normal, al momento de hacer una llamada, era recurrir al telefono fijo de tu casa. Pues si estás harto de ser esclavo de tu propio móvil, si no aguantas más estar todo el tiempo pendiente de este pequeño artilugio o si simplemente te gustaría decorar tu hogar con una bonita pieza de época, vuelve a los teléfonos “antiguos”.
La evolución del los teléfonos
Los teléfonos de antaño, de hecho, hoy en día representan verdaderos objetos de coleccionismo. Los primeros modelos son practicamente imposibles de encontrar. Se trata de esos teléfonos compuestos por tres partes: una base con el disco de marcar, desde la que salía un tubo que terminaba en el auricular; para hablar había que coger el micrófono que se encotraba colgado al palo y conectado al dispositivo con un cable.
La siguiente mejora hizo que se pudiese oír y hablar por la misma pieza, el auricular: los primeros modelos de este tipo de teléfono son preciosos sobre todos gracias a las sútil estructura de metal que sujeta el auricular.
A mediados de los 80 al cambiar el disco de marcar con un teclado, los teléfonos llegaron a tener una forma más compacta.
En los 90 la principal innovación fue separar el auricular de la base del telefóno: de hecho estos teléfonos inalámbricos fueron los precursores de los móviles y causaron el principio del fin de los telefonos fijos ...
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