Colorantes alimenticios 100% naturales
Con la moda de la repostería creativa es muy común ver tartas, pasteles, y todo tipo de alimentos llenos de color. Sin embargo, aunque luzcan muy apetecibles y bonitos, lo más seguro es que estén cargados de químicos debido a los colorantes alimentarios.
Pero si te encanta la comida colorida, no hay de qué preocuparse. La naturaleza es muy noble y en ella podemos encontrar todos los ingredientes necesarios para teñir nuestras preparaciones sin tener que llenarla de aditivos nocivos para nuestra salud. A continuación te mostramos cómo.
Colorante rojo con remolachas: este tubérculo es perfecto para dar un color rojo intenso a nuestras preparaciones y lo mejor es que aquello que tiñas no sabrá a remolacha. Debes poner en un cazo trozos de remolacha cruda con agua y un poco de vinagre blanco. Déjalo hervir por unos minutos y cuélalo. Pon de nuevo el líquido al fuego para reducirlo y obtener un colorante intenso. Puedes usarlo en tartas, cremas, galletas, etc.
Colorante amarillo con mango: el proceso para obtener este colorante puede hacerse con distintas frutas para tener otros colores (puedes hacerlo con frambuesas para el rojo o moras para el violeta). Procesa la fruta en una licuadora o procesador de alimentos y pásalo por un colador para quitar todas las semillas o fibras que pueda tener. Este zumo tal y como está te servirá para añadir color, sin embargo, si necesitas un colorante que no sea tan líquido, coloca el zumo en un cazo y redúcelo. Te quedará más espeso y no dañarás tu preparación.
Colorante verde con espinacas: para hacer este colorante puedes usar un extractor de zumo para obtener un jugo lo más concentrado posible. Si no lo tienes, no te preocupes, una licuadora también te servirá. Coloca dentro la espinaca con un poco de agua (suficiente para que se pueda licuar). Cuela muy bien el zumo que has obtenido y al igual que la preparación anterior, puedes usarlo directamente, o reducirlo para obtener una especie de pasta de color verde.
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